Antes que todo, Feliz año nuevo.
He tenido una semana un tanto agitada este mes, pues desde principios de diciembre me he puesto la meta de conseguir un empleo y así poder ingresar al mundo laborar, con el objetivo de ahorrar algunas monedas para las próximas vacaciones de verano, por esa razón me he ausentado un tiempo del blog.
Me ha tocado una experiencia bastante abrumadora con el empleo que he elegido, aún cuando halla sido solo de unas pocas horas. Ni hablar del papeleo que he tenido que hacer (y todavía sigo haciendo).
Es de esos empleos donde tienes que moverte todo el tiempo y tienes que mantener el corazón latiendo el doble de su capacidad, la cabeza siempre trabajando y no puedes descansar ni un solo momento, pues siempre tienes que estar alerta a cualquier cosas que te pidan.
He elegido mi empleo en McDonald.
Lo que les narro ahora no lo encuentro una exageración, pero es probable que sea mi niña/adolescente interior hablando, quien tiene mucho miedo del lugar donde se está metiendo y simplemente quiere que comprendan lo cansada y abrumada que se sintió. Es probable que quienes lean este artículo y ya hallan trabajado en esta hermosa cadena de comida rápida por un tiempo indefinido sonrían al recordar su momento de pánico al ver las freidoras, parrillas (200° C de calor), los clientes, el agitado personal, las hamburguesas con vida útil de 12 minutos, los clientes, los diferentes detergentes que se tiene que usar para cada cosa, los clientes, la maquina de helados, las boletas con nombres encriptados, las cajitas "felices" y... ¿Ya he dicho los clientes?
En fin... lo primero que me di cuenta, y es lo principal en este empleo, es que no vasta con ser rápido, es más, incluso puede jugarte en contra cuando estás en la cocina (el gerente nos contó algunas experiencias con chicos del personal quienes terminaron quemándose seriamente solamente con rozar la parrilla), tienes que estar alerta todo el tiempo, como dicen algunos, no solo tienes que mira, pues es cosas fácil mirar, uno lo hace siempre; tienes que observar y aprender, además de memorizar cada movimiento que tienes que hacer; saber donde está cada cosa, y comprender que cada artículo va en su lugar; sacrificarte, pues vas a estar de pie todo el tiempo; ayudar al otro y corregir o enseñarle si es que no hace las cosas bien y tener mucho, mucho cuidado.
Hoy me seleccionaron y tengo que seguir haciendo papeleo si es que quiero empezar a trabajar. Probablemente lo termine la próxima semana pues el lunes tengo que matricularme en la Universidad, pero hasta entonces, no me arrepiento de la elección que he hecho, pues después de esta experiencia, si es que sobrevivo a ella, sospecho que podré sobrevivir a cualquier cosa.
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